Los motores del negocio del grupo fueron las marcas de joyería (que superan ya los niveles pre-Covid), el canal online (que se disparó un 6%), y Asia Pacífico (con un alza del 19%).
En un año de crisis que, sin duda, ha afectado también al sector del lujo, Richemont se salva gracias a las joyas. En su último ejercicio fiscal, finalizado en marzo de 2021, el conglomerado suizo contrajo sus ventas sólo un 8%. Asia y el negocio online también han sido detonantes en estos resultados bastante aceptables en un año fiscal marcado por la pandemia.
La empresa facturó 13.144 millones de euros, frente a los 14.238 millones de euros del año anterior. Aunque las ventas se contrajeron un 8%, este descenso quedó compensado con la evolución del negocio en la segunda mitad del año, donde las ventas del grupo crecieron un 17% en comparación con el mismo período del año anterior.
El resultado neto, por su parte, se disparó un 38%, alcanzando 1.289 millones de euros. “En los últimos años hemos destinado significativos recursos financieros y materiales a dos áreas: hemos reestructurado la división de relojería y reforzado nuestras capacidades online”, afirman Richemont. “Estas inversiones están comenzando a dar sus frutos”, resume.
Las mansiones de joyería han tenido mucho que ver en esto, registrando ventas mayores y superando los niveles anteriores a la pandemia, así como un sólido margen operativo del 31%. «Estamos satisfechos con las posiciones de liderazgo de Cartier y Van Cleef & Arpels, así como con la expansión internacional de Buccellati, que está progresando bien«, afirman en el comunicado oficial.
Con respecto al sector relojero, el aumento de ventas de dos dígitos en la zona de Asia, apoyado en parte por la apertura de cinco nuevas tiendas insignia en Alibaba Tmall Luxury Pavilion y la participación en las ferias de Watch & Wonders Shanghai y Sanya que mitigaron parcialmente la contracción en otras regiones.
Así es que, durante el último año, los motores del negocio del grupo controlado por la familia Rupert fueron las marcas de joyería (que superan ya los niveles pre-Covid), el canal online (que se disparó un 6%, hasta copar el 21% de la facturación), y Asia Pacífico (con un alza del 19%).
Por líneas de negocio, la más importante, como ya hemos mencionado, para Richemont es la de joyería, que anotó un crecimiento del 3% en el último año, hasta 7.459 millones de euros, y catapultó su margen operativo en 220 puntos básicos.
El negocio de relojería, por su parte, se contrajo un 21%, hasta 2.247 millones de euros, aunque comenzó a repuntar en el último trimestre con un alza del 10%. Los distribuidores online (Net-a-Porter, Mr. Porter, The Outnet y Yoox) anotaron un descenso del 9% por los cierres temporales de los centros de distribución.
Por último, el canal online copó un 21% de la facturación del grupo. “Tendremos que aprender cómo vivir con el virus probablemente mucho más tiempo del que habíamos esperado”, añaden. Desde Richemont, el foco estará en “transformar el negocio con el foco en las iniciativas digitales, el consumidor en el centro y las alianzas estratégicas”.