La Turmalina de Paraíba se ha convertido, en solo unas pocas décadas, en la piedra preciosa más buscada y valorada del mundo, pudiendo alcanzar los 800.000 euros el quilate; y es que es esta gema la que puede superar el precio por quilate de un diamante.
Por su belleza, su demanda y lo difícil que es encontrarla, la Paraíba es la gema más buscada en estos momentos. Junto con la Tanzanita, es además uno de los descubrimiento geológicos más bellos del siglo XX y, sin duda, la más valorada. Todo esto se debe a que de cada 10.000 diamantes que se extraen en la naturaleza solo podríamos extraer una Paraíba.
Descubierta por primera vez en la década de los 80 gracias al incansable geólogo Hector Dimas Barbosa, quién creía que, dadas las características geológicas y las particulares formaciones rocosas de las colinas del estado de Paraíba situado en la parte más occidental de Brasil, esta región escondía gemas desconocidas hasta la fecha. Después de casi una década en 1987, gracias a su pasión por la geología descubrió las maravillosas turmalinas neón brillante.
La turmalina es una gema con una compleja formulación química que pertenece a la familia de los silicatos y que se encuentra en prácticamente todos los colores, pero es la variedad Paraíba, con colores que van desde el sorprendente color turquesa al majestuoso azul verdoso y un brillo neón incandescente que parece iluminar la piedra de manera radiactiva desde dentro lo que hace que las turmalinas Paraiba sean incomparables con cualquier otra gema.
Ver una Paraíba de más de tres quilates y una buena calidad es casi imposible por lo que su valor cada día aumenta más con el tiempo pese a que en 2003, una nueva ola de turmalinas verdes-azules luminosas entró en el mercado, provenientes las montañas ricas en cobre de Mozambique y Nigeria. Parecidos a Paraiba en todos los sentidos, con mínimas diferencias químicas con los desenterrados en Brasil, a menudo se encuentran pesando cinco quilates o más y han provocado un debate continuo sobre lo que puede y no puede llamarse, por definición, una turmalina «Paraiba».
Gracias a grandes firmas de lujo como Dior y Tiffany & Co, que fueron los primeros en usar esta piedra preciosa proveniente de Brasil en sus diseños; o gracias a Lorraine Schwartz con clientes como Taylor Swift o Heidi Klum, que consiguieron atraer la atención de la prensa y de los amantes de las gemas y joyas a nivel mundial, convirtiendo esta bella gema en la más valorada del mundo.
También Chopard que, tras anunciar en Baselworld 2018 su compromiso con el oro 100% ético en la fabricación de todas sus piezas, sigue liderando la industria de la alta joyería con la incorporación, en su Colección Green Carpet, una de las primeras turmalinas Paraíba obtenida de forma responsable.