Las joyas de Amen están hechas de palabras.
Amen, la marca de joyería que nació del deseo de ofrecer palabras de fe y de estar siempre cerca de los seres queridos, lanza un nuevo brazalete, que explica la vida de Cristo.
Amen es el resultado de un proyecto que nace de la intuición de Giovanni Licastro, empresario, que en 2012 decide crear una marca con joyería hecha de palabras. Con la fe como parte de cada ser humano, Amen diseña un nuevo brazalete compuesto por bolas simbólicas, cuentas que representan la vida de Jesús. Un camino de obstáculos pero guiado siempre por el motor que todo lo mueve: el amor.
“Una noche apareció una estrella brillante que guió a los Reyes Magos sosteniendo 3 regalos de oro, incienso y mirra hacia un cueva, donde yacía un bebé. Éste creciendo fue primero un carpintero y luego pescador de almas con 12 apóstoles a su lado, quienes lo ayudaron a predicar la palabra de Dios En un día de odio, envidia y traición murió y fue crucificado Derramando Su Sangre y Sus lágrimas para purificarnos y salvarnos. Ahora está en el cielo junto al Padre y el Espíritu Santo e hizo todo esto por Su Gran Amor hacia nosotros”.
Una historia de fe infinita, que parte de Cristo pero que nos representa a todos y se entrelaza en nuestras emociones cuotidianas. Una joya para lucir cada día, cargada de historia y simbolismo. Todo un amuleto.
Hay momentos en la vida que no tienen explicación. Cuando los misterios y emociones toman el control, solo nos queda creer. En este punto es cuando Amen toma vida y se convierte en algo más que una marca. Las joyas de Amen están hechas de palabras. Cada día elegimos quien somos, a donde queremos ir y los sentimientos que queremos experimentar. La fe es la manera de demostrar nuestra personalidad, esto es lo que nos guía en la vida: la libertad de poder decidir quien somos. Con la fe expresamos nuestra interioridad y la moda nos permite hacerlo a través de accesorios-joya de la forma más bonita.