Carrera y Carrera, una joyería histórica y muy conocida, no pasa por su mejor momento. El Juzgado Mercantil número 6 de Madrid acaba de declararla en situación de concurso voluntario. Si no se encuentra una solución, la empresa se encamina hacia la liquidación.
Hasta el momento, la empresa ha decidido cerrar todas sus tiendas y ha presentado un expediente de extinción para el grupo de la plantilla, integrada por un centenar de personas.
Los orígenes de esta joyería nos trasladan a 1885, cuando Saturio Esteban Carrera fundó la empresa. En los años cincuenta del siglo pasado la firma alcanzó renombre internacional gracias a varias afamadas actrices de Hollywood, que se convirtieron en clientas habituales. Aunque el verdadero éxito llegó en 1960, cuando Fabiola de Mora y Aragón le encarga una tiara para su boda con el rey Balduino de Bélgica.
Después llegó el momento de un cambio de dueños y en 1999 Eugenia Girón y Louis Urvois se hicieron con la propiedad. En 2004, tomó una participación la empresa valenciana de figuritas de porcelana Lladró. Dos años después, Lladró compró el 100% del capital.
En 2010, nuevos cambios. Lladró traspasa la empresa entera a un inversor ruso, cuyo nombre nunca ha trascendido. El magnate tiene el 100% de Carrera y Carrera por medio de la instrumental suiza Brand Marketing & Management.
En la actualidad, Carrera y Carrera está dirigida por Eremina Iuliia, secundad por su predecesora en el cargo Svetlana Kurpianova. Las joyas de Carrera y Carrera se exportan a medio centenar de países. Según los últimos balances disponibles, las ventas de Carrera y Carrera ascienden a 26 millones. Las deudas rondan los 30 millones.