El diamante había sido inscrito intencionalmente con una inscripción láser falsa para engañar al cliente.
HRD Antwerp analizó recientemente un diamante pulido de 1,50 quilates que se presentó para su certificación en su laboratorio de Amberes. La muestra se identificó como Tipo Ila, lo que significa que prácticamente no contiene otros elementos que no sean carbono. La sorpresa llegó durante las pruebas que los científicos de HRD Antwerp realizaron con este diamante.
Los diamantes como el que analizó HRD Antwerp siempre se investigan exhaustivamente en el departamento de investigación de HRD Antwerp con el fin de verificar que la piedra sea un diamante natural sin mejoras de color. Esto es de crucial importancia, ya que los diamantes con tratamiento de color se venden a precios significativamente más bajos que sus contrapartes sin tratar.
Durante las pruebas, los científicos de HRD descubrieron que el diamante se había sometido a un tratamiento de color de alta presión y alta temperatura (HPHT); un resultado notable, considerando que la piedra fue inscrita con una inscripción láser GIA correspondiente a un informe de clasificación de diamantes naturales. El informe no mencionó ningún tratamiento de color, lo que planteó algunas preguntas sobre la autenticidad de la inscripción.
Tras un examen más detenido, los científicos de HRD Antwerp notaron algunas inconsistencias entre el diamante y su supuesto informe de clasificación, incluidas las características de claridad, que eran bastante similares y podrían confundirse fácilmente durante una inspección con lupa estándar. Sin embargo, una investigación microscópica detallada, realizada por un clasificador experimentado, reveló que este no era el mismo diamante descrito en el informe. Aunque el peso en quilates, el color, el corte y el grado de claridad final (VS1) de la piedra coincidían con precisión con el informe adjunto, las características de claridad no se superpusieron por completo. Dado que estas características son una huella digital única del diamante, la inscripción se identificó de manera concluyente como falsa.
El diamante había sido inscrito intencionalmente con una inscripción láser falsa para engañar al cliente. Las pautas globales para la industria del diamante prohíben hacer pasar un diamante cultivado en laboratorio como natural sin declarar clara y públicamente su origen.
Aunque estas actividades fraudulentas se consideran excepciones en lugar de una práctica común, enfatiza el importante papel de los laboratorios de alta calidad para descubrir estos problemas. “Estos ejemplos de intentos de fraude ilustran por qué es tan crucial actualizar el informe de clasificación de diamantes antes de completar una compra, especialmente en casos en los que el comprador no tiene una conexión confiable con el vendedor”, afirmó Ellen Joncheere, directora ejecutiva de HRD Antwerp.
Para detectar tratamientos de color, HRD Antwerp se basa en años de investigación exhaustiva y las tecnologías más avanzadas disponibles para la industria. Cualquier diamante enviado para certificación se investiga con el mayor cuidado para garantizar la confianza de los clientes. HRD Antwerp recomienda que los miembros del comercio que tengan dudas sobre un diamante lo envíen a un laboratorio de gemas para su verificación.