La compañía catalana encuentra en el repunte considerable de la disponibilidad de locales comerciales en zonas estratégicas una nueva oportunidad para seguir adelante y atraer más tráfico.
En tiempos de crisis, es esencial saber encontrar la oportunidad. Así lo demuestra Fina García, remando a contracorriente y aprovechando la disponibilidad de locales comerciales en sitios estratégicos debido a la crisis provocada por el COVID-19.
Fina García, empresa catalana especializada en la venta de joyas y relojes y en alianzas, ha abierto en Las Ramblas de Barcelona, en la esquina con calle Pelai. Antes, este local estaba ubicado por la empresa especializada en gafas, Carolina Lemke, pero, como otras muchas empresas, ha tenido que abandonar su tienda física lo que significa que son muchos los locales vacíos que podemos encontrar ahora en zonas céntricas de grandes ciudades. Y, mientras algunos lo ven como sinónimo de crisis, otros como Fina García lo ve como una oportunidad para posicionarse y atraer más tráfico.
La compañía catalana creada en 1988 ya opera con otros veinte establecimiento, la mayoría ubicados en centros comerciales, todos en Cataluña y uno en Madrid. En la provincia de Barcelona opera en quince centros comerciales de Barcelona, Mataró, Gavà, Esplugues, Manresa, Santa Susana y Badalona. Además, está presente en Tarragona, Girona y Lleida y en el centro Parque Sur de Madrid.
Aunque este nuevo punto de venta no es el primero en la ciudad, ya que ya cuenta con un local en el número 62 de la calle Gran de Gracia y en el 118 de Fabra y Puig, éste se encuentra en una estratégica ubicación en el inicio de la calle Pelai, como ya mencionamos, un lugar por el que pasa mucho gente a diario. En definitiva, Fina García rompe una tendencia de varios cierres consecutivos en esta calle.
Además de estrenar nueva tienda en una zona tan céntrica, Fina García preparó una inauguración que demuestra que la creatividad sigue viva. Los vídeos que se pueden ver en su cuenta de Instagram hablan por sí solos: un escaparate en el que se podía «¿Quieres casarte conmigo?» y un mensaje: «Ven a prometerte a nuestra tienda de Plaza Catalunya».