Sobre Maurice Lacroix
Maurice Lacroix tiene su sede en Saignelégier, en la región del Jura, famosa por su genialidad relojera. Durante los últimos 40 años, la compañía relojera suiza ha producido reputados relojes por su alto valor y la importancia de los detalles. En 2006, la casa diseñó y desarrolló su primer movimiento de elaboración propia, y en los años sucesivos este dato ha crecido hasta los 15 calibres de manufactura propia.
A lo largo de la historia, la empresa ha ganado más de una docena de grandes premios por sus relojes y diferentes actores del sector han reconocido su ingeniosa creatividad, su diseño y su maestría artesanal. Los relojes de Maurice Lacroix se distribuyen en 2.200 puntos de venta.
Continúa creciendo gracias a una fórmula de éxito basado en la calidad, fiabilidad, ingenio y determinación, algo que se consigue con diseños que se perciben como frescos y con gran valor, respaldados por tecnologías patentadas. La compañía busca constantemente nuevas e innovadoras formas de indicar el paso del tiempo y acompañar a los consumidores en su búsqueda del éxito. Esta “pasión por el progreso” es el eje central de la cultura de la marca. El 1 de julio de 2011, DKSH, empresa suiza con sede en Zúrich y proveedor líder en servicios de expansión de mercado en Asia, adquirió una participación mayoritaria de Maurice Lacroix. Con 780 filiales y 30.320 empleados, DKSH está presente en 36 países y facturó 10.500 millones de francos suizos en 2015.