Jaeger-LeCoultre ha desarrollado más de 200 calibres relojeros con sonería, incluyendo 100 calibres con repetición de minutos antes del año 1900.
La historia de Jaeger-LeCoultre está íntimamente relacionada con su impecable entorno en El Valle de Joux, donde prevalece el sonido de la naturaleza. La Maison presenta nuevos modelos para rendir homenaje al valle y a su gran legado de relojes con sonreía para expresar un siglo y medio de savoir-faire acumulado de manera novedosa.
Los largos y rudos inviernos ha contribuido al desarrollo de dos sonidos emblemáticos Del Valle. Debido al frío, los bosques de abeto crecen lentamente, produciendo una madera con una resonancia excepcional venerada por lutieres durante siglos. Los gélidos inviernos supusieron largas horas de confinamiento, lo que permitió a los primeros relojeros del valle tener el tiempo necesario para desarrollar y construir relojes con sonería.
El sonido del tiempo
Suele decirse que las creaciones con repetición de minutos, diminutas versiones de aquellos relojes históricos, se inventaron en la época anterior a la luz eléctrica para que la gente pudiera saber la hora en la oscuridad. Es una historia mágica, pero no es completamente cierta. El impulso real para la miniaturización de los relojes con sonería se debió al ferviente deseo por innovar de los primeros relojeros y al deseo por poseer y llevar estos símbolos de estatus y amor por el arte de sus clientes acomodados.
El fundador de Jaeger-LeCoultre, Antoine LeCoultre, jugó un papel clave en este proceso, no solo como relojero sino como inventor de máquinas capaces de medir y cortar componentes de forma más precisa y a menor escala que antes. Como resultado, el Valle de Joux se hizo célebre por producir relojes de sonería y cajas de música con mayor complejidad, menor tamaño y un sonido más bello.
Una historia de distinción
Considerada por los relojeros la complicación relojera más compleja –y gratificante–, la repetición de minutos ofrece mucho más que un reloj: un instrumento musical en miniatura. Para crear ese tipo de reloj se requiere oído musical y una destreza extrema.
Desde que produjese su primera creación con repetición de minutos en 1870, Jaeger-LeCoultre ha desarrollado más de 200 calibres relojeros con sonería, incluyendo 100 calibres con repetición de minutos antes del año 1900. Y desde entonces no ha dejado de reinventarse en este ámbito, dominando todas las formas, desde relojes con alarma hasta la sonería de Westminster. Incluso a mediados del siglo XX cuando la sociedad cambió y la gente deseó con fuerza relojes con funciones prácticas, Jaeger-LeCoultre supo adaptarse y aprovechó su maestría con los mecanismos de sonería para desarrollar relojes con alarma.
Desde entonces, el Memovox, presentado en 1950, es un icono de la Maison y que se ha ido adaptando a la evolución del tiempo. Desde el año 2000, el Memovox ha reaparecido en varias formas, como en los relojes de calendario perpetuo, en el modelo Master Compressor o en la serie homenaje a los relojes de buceo.
Durante 150 años, los relojes de sonería han sido un punto fuerte de Jaeger-LeCoultre, complementando su savoir-faire en otras complicaciones clásicas. Este año la nueva generación de relojes ocupa el foco de atención, rindiendo homenaje al gran patrimonio de la Manufactura sin dejar de reafirmar el espíritu de innovación que siempre ha impulsado a la Grande Maison.
Master Control Memovox
El nuevo reloj Master Control Memovox presenta el diseño clásico de alarma y visualización de la fecha sobre una esfera plateada tornasolada, en una reinterpretación moderna y aerodinámica de la esfera elegante y depurada del original Memovox de 1950. Los índices aplicados confieren refinamiento y su estilizada forma triangular, sello distintivo de los modelos Memovox de mediados de siglo, se refleja en las agujas Dauphine. El segundero azul aporta un sutil toque de color para animar la paleta de color blanco plateado.
Master Control Memovox Timer
Para destacar el valor práctico de los relojes con alarma, a lo largo de las décadas, Jaeger-LeCoultre ha incorporado varias funciones útiles a sus modelos Memovox, como el huso horario y la hora del parquímetro. Con el mismo espíritu, sus ingenieros han desarrollado ahora una nueva función práctica: el temporizador, una función que permite ajustar la alarma según el número de horas que deberían transcurrir antes de que suene la alarma. También se puede configurar la alarma de manera tradicional.
La esfera se compone de anillos concéntricos, en dos tonos de azul con un acabado tornasolado, complementados por un anillo interior con cifras pulidas grabadas en bajorrelieve. En el anillo interior, una pequeña aguja con el logotipo JL en rojo en la punta indica las horas transcurridas hasta la alarma. Ubicado en el borde exterior de este anillo, el emblemático índice triangular del Memovox señala la hora a la que sonará la alarma.