«En los últimos 25 años, los estilos de vida han evolucionado y los patrones de compra han cambiado. El comprador de diamantes está mucho más educado sobre el producto. Muchos compradores se están dando cuenta de que la «rareza» es poco más que un mito muy bien marketizado«.
Sergio Murcia, CEO de Mimoke, la primera marca de alta joyería ética en España, reflexiona sobre el futuro de la industria del diamante y el impulso de un cambio hacia el atractivo de los diamantes creados. Compartimos con vosotros la reflexión de Sergio. En nuestro próximo número de Contraste Digital podrán conocer más datos interesantes sobre esto, también de la mano de Sergio Murcia y Mimoke.
«Es fácil observar cómo estamos viviendo una fuerte disrupción de innovación en los modelos de negocio cada día más influyentes y que han puesto entre las cuerdas a modelos de negocio tradicionales. Las plataformas digitales como Netflix o Movistar, por dar algunos ejemplos, han permitido consumir contenidos de entretenimiento a demanda. Cooltra o Lime han revolucionado la movilidad urbana con una libertad y experiencia de usuario superior, Airbnb en la manera de cómo nos alojamos en destinos turísticos, o como Globo nos trae a casa lo que necesitamos a la hora que lo necesitemos. Y que voy a comentar de Amazon que no haya sido dicho con anterioridad. La combinación de tecnología innovadora con énfasis en la experiencia del consumidor ha mejorado verticales enteros«.
«Dentro de la industria del diamante, es el consumidor el que está impulsando la disrupción. Esto lo he podido observar no solo en el mercado nacional, si no también es una opinión compartida con otras marcas de joyería con diamantes creados que operan en otros mercados internacionales, con las que me une una buena sintonía y todo esto, a pesar de la oposición que surge de dentro del sector de la joyería, percepción que afortunadamente va cambiando paulatinamente, basada en el miedo a romper lo establecido y perjudicar al diamante, producto estrella de la alta joyería«, afirma Sergio Murcia.
Mimoke es una de las impulsoras de este cambio, proporcionando una alternativa sostenible como es la de los diamantes cultivados en laboratorio, que aportan energía fresca a la categoría. Así nos lo cuenta Sergio que, además, añade que para comprender esta disrupción y su potencial, desde Mimoke han querido desglosar «cómo los diamantes creados en laboratorio ofrecen valor y cómo esto los ayudará a mejorar la perspectiva de toda la industria del diamante«.
El mito del «valor de lo único»
Nos cuenta Sergio que el primer cambio de paradigma se encuentra en la percepción del consumidor de diamantes. Existe un mito, vendido por las campañas de marketing exitosas, en el mundo de los diamantes y es ese que afirma que el valor de un diamante está vinculado a su rareza; «sin embargo, cada año entran en la cadena de valor 150 millones de quilates de diamantes, es fácil que todas las mujeres posean un diamante y pueden comprarlo fácilmente en la tienda de al lado de la esquina«.
«En los últimos 25 años, los estilos de vida han evolucionado y los patrones de compra han cambiado. El comprador de diamantes está mucho más educado sobre el producto. Muchos compradores se están dando cuenta de que la «rareza» es poco más que un mito muy bien marketizado«.
«Después de 15 años como responsable comercial de una firma que distribuye diamantes en el mercado nacional, he tenido la oportunidad de intercambiar impresiones con cientos de profesionales del sector, desde grandes fabricantes a pequeños retailers de barrio y la conclusión para mí es más que obvia, el valor rara vez se asocia con el origen. Si la pretendida «rareza» realmente dictara el valor, los precios de los diamantes habrían aumentado sin vacilaciones año tras año y la realidad dista mucho de ser así«.
«Hubo una feliz época donde así era, pero eso honestamente, ya quedó en el pasado. El valor tiene más que ver con el peso emocional detrás del regalo de un diamante, ya sea un regalo de un padre a una hija, o la promesa de amor eterno a alguien. Este es el valor intrínseco de un diamante, ya sea creado por la naturaleza o a través de tecnología«.
El valor de los diamantes cultivados en laboratorio para el sector
«Los diamantes cultivados en laboratorio nos permiten revitalizar el sector de la joyería con energía nueva. Y desde mi perspectiva al frente de la dirección general de una empresa pionera en el sur de Europa en joyería ética como es Mimoke, animo al comercio minorista del mercado nacional a que se sumen a dicha revolución. Que al igual que está pasando en otros mercados, los vendedores observan y responden cada día a más consumidores interesados que consideran diamantes creados en laboratorio y ven cómo sus márgenes son superiores, lo que hace incluso más lucrativa y atractiva la opción«.
«Es nuestra responsabilidad, como propietarios y emprendedores que conformamos la industria del lujo y la joyería, asegurarnos de estar a la altura de las expectativas del consumidor de hoy y del mañana«.
Sergio también añade que Mimoke tiene integrada en el ADN, en su misión y modelo de negocio, la disrupción, entendida como originariamente se definió por la Harvard Business School. Así es que, fieles a la innovación disruptiva, en Mimoke quieren ser parte de la solución tanto en sostenibilidad como en «ayudar a la convivencia entre diamantes de laboratorio y otros diamantes y metales preciosos que siguen los dictámenes de una joyería e industria ética«.
En el próximo Contraste Digital, Sergio Murcia nos transmitirá datos reales del sector de los diamantes, así como su opinión sobre las estrategias necesarias para mantener en pie esta industria.