Ubicada en Trujillo y con el fin de fabricar diamantes artificiales, esta nueva fabrica supone una una inversión de 800 millones de dólares (unos 670 millones de euros), así como la creación de 300 empleos directos.
Diamond Foundry, la empresa estadounidense apuesta por nuestro país para construir su primera factoría europea para la fabricación de diamantes artificiales para uso industrial como semiconductores con una tecnología punta pionera en el mundo.
Esta nueva fábrica de Diamond Foundry estará ubicada en Trujillo, Cáceres, y supondrá una inversión de 800 millones de dólares (unos 670 millones de euros), así como la creación de 300 empleos directos. Un proyecto que destaca, además, por ser cien por cien sostenible y libre de emisiones, ya que el 100% de su consumo será a través de energías renovables, y se nutrirá de una planta fotovoltaica de 120 megavatios (MW).
Tal y como afirma EFE, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha firmado este viernes en Mérida un protocolo con el consejero delegado de Diamond Foundry, Martin Roscheisen, para la puesta en marcha del proyecto. El acuerdo también ha sido rubricado por el presidente de Kishoa Powen Energía Renovables, Rafael Benjumea, la otra empresa implicada el proyecto, y el secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, Raúl Blanco.
El plan es contar con todos los permisos necesarios en un año o año y medio para, a partir de entonces, iniciar la construcción, que durará dos años y China y Emiratos Arabes Unidos ya sienten interés por este nuevo proyecto. En cuanto a los diamantes artificiales, se obtendrán con la tecnología de reactor de plasma patentada por Diamond Foundry, que necesita de mucha energía y que obtendrán de una planta de autoconsumo solar fotovoltaico de 120 MW de potencia híbrida con un sistema de baterías de hasta 60 MW de potencia.
Diamond Foundry se fundó en 2012 en Silicon Valley (California) y cuenta entre sus inversores con el actor Leonardo DiCaprio, tiene en EEUU una fábrica dedicada a la producción de diamantes artificiales para el sector de la joyería, pero la producción de la futura factoría de Trujillo, la primera que se construirá fuera de EEUU, se destinará para su aplicación como material de superconducción debido a la falta de semiconductores (o «chips») en Europa, y en concreto en la industria automovilística.