Existen diferentes maneras de llegar al cliente en tiempos de crisis, y lo mejor de todo es que la manera más sencilla puede ser también la más eficaz.
La crisis sanitaria y económica nos ha llevado a acelerar muchos procesos que teníamos parados o en los que no acabábamos de confiar, como la digitalización. También nos ha llevado a entender la necesidad de reinventarse y de ofrecer contenido atractivo más allá de la venta. Pues bien, hablando de ventas, en una situación en la que el consumidor cambia y su poder adquisitivo también, es necesario provocar ese deseo de compra de una forma más cercana y transparente.
La icónica marca de moda estadounidense, Tommy Hilfiger, es un ejemplo de lo que podría ser una buena estrategia también aplicable en el sector de la joyería y relojería. La marca celebró el pasado martes su primera experiencia de compras en directo en Europa y Norteamérica, una evolución para acercar las colecciones a sus clientes teniendo en cuenta que Tommy es experto en la filosofía “See Now, Buy Now”.
El evento duró 30 minutos y permitió a sus seguidores ver y comprar las colecciones de primavera directamente a través de una transmisión interactiva en tommy.com. La encargada de presentar este encuentro fue la modelo Manuela Frey con invitados especiales que se encargaron de hablar sobre la inspiración que hay detrás de las nuevas propuestas. Al mismo tiempo que se celebraba el evento, los clientes podían añadir sus prendas favoritas a una cesta de la compra virtual para adquirirlas inmediatamente después de la emisión en directo y, además, los espectadores pudieron interactuar con la modelo y sus invitados enviando preguntas, votando sus contenidos favoritos y participando en concursos de preguntas y respuestas.
Lo mejor de este evento digital ha sido como la estrategia de venta quedaba en un segundo plano mientras que, al mismo tiempo, se generaba ese deseo de compra. Es decir, los espectadores pudieron pasar un rato entretenido conociendo las nuevas colecciones pero, también tuvieron la oportunidad de distraerse un momento de la realidad y sentir la cercanía de la persona que les estaba presentando el evento.
En el sector de la joyería, esto también es posible. Recordamos como la semana pasada, en la webinar de MadridJoya, Fernando Aldazábal nos contaba como él, para apoyar a sus clientes durante el confinamiento, organizó un video directo a través de Instagram con una clienta que estaba en su tienda: “Ella presentaba mi colección y yo la iba explicando a todos sus clientes y seguidores y, luego, en cuanto han abierto las tiendas, esos clientes han ido a por esas piezas”. Fernando comentaba que esto era una manera de tener atendido al cliente/seguidor, al mismo tiempo que les ofreces contenido nuevo y diferente, llegando a la conclusión, con José Santamaría, otro ponente de la webinar, que sin necesidad de gastarse una gran cantidad de dinero en otras plataformas digitales, a través de Instagram se pueden llevar acciones de este tipo.
José Santamaría también contaba, en relación a esto, que “en estas semanas hemos vendido a través de Instagram zapatos que han llegado a Puerto Rico, hemos hecho la videollamada del zapato a medida por Instagram y hemos vendido, han llegado y ya se los han puesto en Puerto Rico”. Unas ventas que obviamente han sido a cuentagotas como explica José, pero sin la necesidad de invertir en plataformas digitales, si no que a través de Instagram y Whatsapp, han llegado a sus clientes en estos tiempos difíciles. “Cualquier comercio pequeño puede tener un perfil de Instagram, y la gente compra a través de Instagram”.
Existen diferentes maneras de llegar al cliente en tiempos de crisis, y lo mejor de todo es que la manera más sencilla puede ser también la más eficaz. De esta manera, el pequeño comercio puede despertar el deseo de compra digitalmente, fusionado el mundo online con el offline, ya que si genera deseo de compra, generará que ese cliente salga a la calle y acuda a su tienda.