Comprometidas con la joya para toda la vida, el diseño delicado, la autodeterminación y el poder femenino.
Sara (34 años) y Victoria (29) han esculpido Mosuo, una marca que dice mucho de sí mismas y de lo que quieren ponerse y poner en las mujeres. Joyería expresiva y sútil, cómoda de llevar de día, sea invierno o verano, y de no quitarse ni para dormir. Estas dos hermanas millennians nacidas en Hamburgo y ahora afincadas en el barrio de Sant Antoni, en Barcelona, me explican, sentadas tomando un café matutino en el Soho House de la Ciudad Condal, su propósito y filosofía, rubricados siempre en oro de 14 quilates acompañado por piedras preciosas selectas. Se consideran personas bastante espirituales y dicen que los materiales tienen energía.
Sorprende que dos millennials retornen al concepto de joyería de toda la vida…
Siempre hemos sido apasionadas de las joyas, nos gusta llevar oro solido. No queremos gastar 100 euros en una pieza y que te dure dos meses. Como muchas mujeres de nuestra generación, tenemos una vida muy rápida, viajamos mucho y estamos en muchos sitios diferentes. Queremos algo que podamos llevar todo el día y no nos tengamos que quitar, joyas que puedas lucir incluso en la playa… Algo versátil que te lo pones por la mañana y vas al súper, y por la noche con vestido de cóctel.
También nos gustaban desde siempre los diseños fijos y delicados. En fin, para nosotras faltaba en el mercado una marca que hiciera diseños modernos, pero que no fuera bisutería, si no que fuera joya e igualmente accesible. El oro y las piedras preciosas justamente aportan eso, y dan luz, brillan… Nos consideramos personas bastante espirituales y creemos que los materiales tienen energía. El oro y las piedras en sí se han utilizado desde siempre como talismán.
¿Vuestra familia proviene del mundo joyero?
No, no provenimos del mundo de la joyería, Hace dos años nació la idea. Curiosamente las dos hermanas pensamos siempre lo mismo, y las dos llevábamos ya días dandole vueltas, pero no nos atrevíamos a proponerlo, la una a la otra. Entonces dijimos ¡qué fuerte!, esto tenemos que hacerlo. Si iniciamos con energía, todo fluye y las circunstancia nos apoyan… Un año más tarde, ya lo teníamos todo montado, comenzamos con nuestro producto estrella, un collar que se puede personalizar con piedras y diferentes colgantes, obviamente tienen significado, y de ahí se amplió la colección.
Una cosa es crear unas piezas y otra una marca…
Las creacionismos de la marca, el branding, nos hacían mucha ilusión, Viki ha estudiado ballet clásico y ha trabajado como actriz y modelo. Yo (Sara) me formé en relaciones publicas y también en fotografía. Lo hacemos todo las dos, web e Instagram, las ideas de los diseños…
¿Y dónde producís?
En Turquía, y estamos muy contentas con nuestros proveedores. Tenemos un joyero en Hamburgo con el que parcialmente hacemos las joyas personalizadas, y también nos realiza controles de calidad, y todo está hecho muy bien.
La comercialización, ¿cómo la estáis desarrollando?
Comenzamos primero online, en octubre lanzamos la página web de Mosuo, y en Hamburgo hemos participado en puntos de venta temporales y colaboramos con una agencia que organiza bodas. Como evento puntal, también en diciembre en Casa Padoga, Barcelona. Buscamos distribuidores.
¿Precios?
Accesible al público en relación calidad-precio, entre 200 y 800 euros, en oro de 14K. Hemos escogido esta aleación por ser más duradera en una joya para llevar a diario, ya que es menos frágil que el oro de 18K a rayaduras y modificaciones externas. Y piedras preciosas,. Diamantes, zafiros, rubíes… aunque también tenemos una colección, Nomad Collection, más divertida y joven, y solo en esta usamos circonita.
¿Por qué Mosuo?
Somos bastantes feministas, tenemos un gran circulo de amigas y creemos en la energía y el poder femeninos. Las mujeres “mosuo“ en China tienen un matriarcado, conocido como el reino de las mujeres. Una tribu donde las mujeres mandan, nos gusta mucho su filosofía; es un contraste, ellas también tienen muchas joyas, trabajan y son responsables de su familia. Nos identificamos con ellas y además nos encanta como suena el nombre, muy sensual y cortito…