“Cientos de millones de personas, que viven principalmente en África subsahariana y América Latina dependen de los ingresos generados por la extracción de metales preciosos, diamantes y piedras preciosas de colores para su sustento«.
CIBJO, la Confederación Mundial de Joyería, ha participado en una sesión especial en la Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada el 3 y 4 de diciembre en Nueva York, en la que analizaron los impactos que la pandemia del COVID-19 ha tenido en las personas, sociedades y economías. A raiz de esto, en la Asamblea también se discutió la repuesta multifacética y coordinada necesaria para abordar la crisis.
CIBJO fue invitado a participar en la sesión como único representante de las industrias de joyería y piedras preciosas en el Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC), entregando una declaración escrita que fue presentada al organismo el 3 de diciembre y planteando una pregunta que fue abordada en el mesas redondas que tuvieron lugar el 4 de diciembre.
La pandemia del COVID-19 fue descrita como la mayor crisis de salud mundial desde la creación de Naciones Unidas, hace 75 años, con implicaciones humanitarias, socioeconómicas, de seguridad y de derechos humanos fundamentales. Hasta la fecha, se ha cobrado más de 1,3 millones de vidas, ha infectado a más de 54 millones de personas y ha trastornado los medios de subsistencia de miles de millones en todo el mundo.
Significativamente, ha expuesto vulnerabilidades y exacerbado las desigualdades dentro y entre los países en desarrollo y desarrollados, golpeando a las personas más pobres y vulnerables de manera particularmente dura, se afirmó en la Asamblea General de la ONU. “Como fue el caso de casi todos los sectores comerciales, el impacto de la pandemia de COVID-19 en las industrias de joyería y piedras preciosas presentó una serie de desafíos que hasta entonces no se habían tenido en cuenta, tanto en la crisis sanitaria como en los efectos económicos de esta que, en un futuro, se extenderían considerablemente más allá de los mercados de lujo«.
“Cientos de millones de personas, que viven principalmente en África subsahariana y América Latina dependen de los ingresos generados por la extracción de metales preciosos, diamantes y piedras preciosas de colores para su sustento. Muchos de ellos están involucrados en la minería artesanal y en pequeña escala, y carecen de la protección brindada a los empleados de las operaciones mineras más grandes e industrializadas«, afirma el presidente del CIBJO, haciéndose eco del llamado hecho por otros para que se preste especial atención a los países y regiones que pueden carecer de la capacidad para brindar ayuda a sus ciudadanos durante la crisis.
Las desigualdades dentro y entre los países en desarrollo y desarrollados también aborda la pregunta que planteó el CIBJO durante la mesa redonda. Al señalar los enormes costos asociados con la compra, importación, envío, manipulación, entrega y administración de las nuevas vacunas COVID-19, CIBJO preguntó cómo puede la comunidad internacional, utilizando la cooperación multilateral, garantizar que cualquier vacuna que se desarrolle se distribuya de manera completa y justa, también en las poblaciones de todos los países que la necesitan y no solo a las naciones occidentales avanzadas.
«¿De dónde vendrán las finanzas internacionales para ayudar a los países más pobres en la distribución de vacunas?«, preguntó el CIBJO. “Aunque operamos en la esfera del lujo, en los sectores de la joyería y las piedras preciosas tenemos una perspectiva particular sobre las regiones menos desarrolladas de nuestro mundo, en gran parte porque son la fuente de muchas de las materias primas que utilizamos”, afirmó el Dr. Cavalieri. «Como comunidad, tenemos la responsabilidad de servir los intereses sociales y económicos de todos nuestros grupos de interés, y esto es particularmente agudo durante el tipo de crisis que todos estamos atravesando, aunque no necesariamente estamos tan afectados en el mismo grado«.
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