La genialidad de las últimas creaciones de Alta Joyería de Chopard ya han podido verse desfilar por la alfombra roja del Festival de Cannes. Cate Blanchett ha sido la afortunada de lucir los fabulosos pendientes Orquidea, diseñados exclusivamente para esta ocasión. Toda una obra de arte.
Unos racimos de orquídeas surgidas en el más formidable de todos los jardines encantados, el más asombroso que la Tierra o cualquier otro mundo fantástico haya podido jamás ofrecer. Unas creaciones florales que son más realistas que el propio modelo en su estado natural.
Cuando el hombre consigue superar hasta tal nivel las creaciones de la naturaleza, es cuando se puede decir que ha alcanzado la excelencia. Y así es, en el seno de la Colección Red Carpet, dos pares de pendientes inéditos, unos auténticos racimos de orquídeas, destacan por su perfección técnica y artística. Estas obras maestras, el resultado de más de un año de un trabajo, que ha requerido la intervención de todos los oficios que se reúnen en Chopard, representan la consagración última del saber hacer joyero de la Casa.
Con estos dos nuevos pares de pendientes, Caroline Scheufele ha plantado en sus talleres las más bellas y preciosas flores de la orquídea. El tallo de oro y las yemas verdes que lo rematan revelan el impresionante virtuosismo del engaste, con más de 4 800 tsavoritas, pacientemente engastadas sobre esta delicada rama de tan solo unos milímetros. El labelo de estas fantásticas orquídeas, cuya belleza en estado natural se supone que imita a la espalda de los insectos femeninos, a fin de atraer a los machos al corazón de la planta, está cubierto de unos ópalos blancos que dan lugar a espectaculares reflejos rosados y juegos de luz.
En la primera versión de estas magníficas creaciones de color blanco y rosa, los pétalos están engastados de zafiros rosa rodeados de unos sépalos de titanio teñido recubiertos de una fina capa de cerámica blanca. En cuanto al segundo par de estas joyas de excepción, en él eclosionan unas flores de titanio violeta, completamente engastadas de granates y zafiros amarillos.