La empresa ha fichado al directivo Pere Galí para ocupar esta posición.
Bagués Masriera, la joyería barcelonesa y una de las más antiguas de Europa mira hacia la profesionalización de la gestión y refuerza su cúpula directiva. La empresa crea por primera vez el cargo de director general, fichando a Pere Galí para ocupar esta posición.
Galí fue un alto cargo político del último Gobierno de Jordi Pujol. Tras dejar la política, Galí se incorporó a la antigua consultora Rjce (actual Ineo Corporate) y, más adelante, fue también administrador de Agrupació Mútua. En 2011, el ejecutivo catalán fundó junto con otros socios la consultora Linqventure y, en 2017, se unió a la aceleradora Barcelona Plataforma Empresarial, según Expansión.
Al frente de Bagués Masriera se mantiene Joan Oliveras, quien controla parte del capital del grupo junto con su hermano Oriol. La compañía contempla también reordenar su consejo de administración con la entrada de distintos profesionales externos, expertos en el negocio de la joyería y del comercio.
Estos no son los únicos movimientos de Bagués Masriera en la búsqueda de cambiar su dirección, ya que también ha traslado su sede. La empresa se ha mudado de la calle Pau Clarís, en el centro de la ciudad condal, al parque empresarial City Parc, ubicado en la localidad de Cornellà de Llobregat, en Barcelona.
Este nuevo espacio también se ha reformado y contará con un nuevo taller de esmalte para dar respuesta a la creciente demanda de terceros para la realización de piezas esmaltadas. En este talle trabajarán quince personas.
Bagués Masriera mantiene su emblemático establecimiento en el Paseo de Gracia de Barcelona, además de dar nombre al hotel de cinco estrellas que hace diez años abrió en Las Ramblas, donde antiguamente se ubicó su histórico taller. La empresa genera la mitad de sus ventas en el exterior, en países como Japón, Estados Unidos, Rusia, Qatar, Dubái o Malasia, entre otros.