Sebime ha querido incidir en la problemática de uno de los principales sectores de la moda.
La industria bisutera afronta la actual pandemia con firmeza pero con preocupación e incertidumbre por la dureza que se prevé en los meses siguientes al levantamiento del estado de alarma. Así nos lo confirman desde Sebime, la Asociación Española de Fabricantes de Bisutería, a través de un comunicado oficial en el que, además, han querido incidir en la problemático de uno de los principales sectores de la moda.
La bisutería es un eslabón dentro de una cadena mucho más larga y preciada. Unida a las creaciones de ropa y calzado, la gastronomía, la artesanía y la cultura, proporciona a la sociedad un sinfín de experiencias, apuntala una oferta complementaria imprescindible para una industria turística de calidad, contribuyendo, asimismo, al mantenimiento de un tejido productivo diversificado.
Tal y como afirma Sebime, desde el inicio de la crisis por el COVID-19 a mediados de febrero y el posterior avance de la pandemia, la industria bisutería no ha sido ajena a las dificultades, mostrándose una bajada drástica en las ventas, la cancelación y el aplazamiento de pedidos, el aplazamiento de cobros, la cancelación de eventos y ferias, la paralización de la cadena de suministro de materias primas, y por consiguiente la parada de todo el proceso productivo.
Esta situación se ha visto agravada desde la entrada en vigor del Estado de Alarma y, como indica Sebime, por las siguientes medidas:
- Todos los clientes de nuestros fabricantes, directa o indirectamente, se han visto afectados bien porque sus negocios han cerrado o lo han hecho sus clientes, con lo que no pueden servir ningún pedido. En este sentido, cabe recordar que una gran parte de los fabricantes de bisutería no vende directamente al público, sino que, lo hace a través de mayoristas o a otros fabricantes, caso de las empresas dedicadas a la fabricación de componentes, lo que implica que se ha paralizado por completo su trabajo.
- Los fabricantes que se dedican a la venta online a través de sus propios canales de distribución también han visto reducidas o anuladas sus ventas.
- Una vez fabricados los últimos pedidos, muchas empresas se han visto obligadas a solicitar un ERTE. También la responsabilidad social de las empresas frente a sus trabajadores y sus familias, les obligó a tomar la decisión de cerrar ya hace unos días.
- Somos conscientes de que, una vez normalizada la situación, costará mucho reactivar nuestras empresas ya que, al fabricar productos que no son de primera necesidad, la debilidad de la economía se reflejará en su bajada de ventas al público de este tipo de producto, habiéndose perdido, asimismo, buena parte de la campaña de ventas de las colecciones primavera-verano 2020.
Por otro lado, desde Sebime afirman que el contexto relatado implica que las medidas adoptadas para compensar los efectos económicos de la pandemia no responden de manera efectiva a las necesidades del sector bisutero y de otros sectores a medio y largo plazo. Por esto, creen que sería conveniente incorporar algunas medidas que aseguraran la continuidad de las empresas y el mantenimiento de los puestos de trabajo, como son que:
- Se acepten todos los ERTES presentados por las empresas afectadas.
- Prorrogación de los ERTES, u otras medidas que puedan adoptarse después del levantamiento del estado de alarma ya que la recuperación del sector bisuteroserá a largo plazo.
- Flexibilizar temporalmente los convenios colectivos publicados, a través deacuerdos extraordinarios entre las organizaciones empresariales y sindicatos.
- El refuerzo de las medidas de aplazamiento tributario durante este mismo plazo.
- La exoneración de impuestos mientras se prolonguen las consecuenciaseconómicas de esta crisis socio sanitaria.
- Se diseñen campañas de incentivación del consumo interior y nacional para elmomento que se normalice la situación y se recupere cuanto antes la promoción exterior.
«Entendemos que todas las medidas ha de extenderse a todas las empresas desde el momento en que se hayan visto obligadas a cesar o restringir su actividad. Si se limitan estas medidas, y las futuras que puedan adoptarse, su eficacia será menor y la recuperación económica, imposible de conseguir, al igual que sucede con la superación de la pandemia, sin la implicación de todos no será posible«, concluyen desde Sebime.