La firma de joyería española Apodemia, que cuenta actualmente con 11 tiendas en España, pretende superar los 50 establecimientos en los próximos tres años, basándose en el concepto de tienda digitalizada, abierta y cercana al cliente; para alejarse así de las joyerías tradicionales.
El consejero delegado de Apodemia, Jaime Landeta, ha explicado que el objetivo es que el «cliente entre en la tienda y se olvide de que está en una joyería«, ya que puede tocar todas las alhajas como hace con los artículos de las tiendas de ropa. En Apodemia no existen los dependientes, sino que cuentan con asesores que ayudan al comprador «a tomar la mejor decisión posible«, ha indicado el consejero delegado.
La intención es huir del concepto tradicional de «tiendas pequeñas, con puertas cerradas y seguridad«, en el que los clientes tienen que esperar a que el dependiente les enseñe una pulsera o un colgante, ha aclarado Landeta. La firma de joyería ha apostado por introducir la tecnología, con pantallas en las que el usuario puede comprar los artículos por internet y recibir el pedido en casa o recogerlo en la propia tienda sin pasar por caja.
Por el momento, esta tecnología está disponible en dos de sus tiendas, pero las introducirá en todas de manera progresiva, con el objetivo de «empoderar al cliente para que se sienta con más posibilidades«, ha remarcado Landeta. El consejero delegado también se ha mostrado orgulloso de que todas las joyas «sean exclusivas y tengan diseño propio«, ya que intentan escapar «de los productos de supermoda«.
La calidad del producto es muy importante para la compañía, que ha conseguido desarrollar, junto con expertos en metalurgia, una calidad de joya que tiene diez años de vida media y que se puede introducir en el mar, echar perfume o hacer deporte sin que la pieza se dañe.
Apodemia nació en 2013 de la afición de la directora creativa de la compañía, Jimena Von Knobloch. Esta creadora pasó de fabricar joyas para sus amigas a participar en la pasarela Ego Cibeles como joven diseñadora invitada.
Knobloch y Landeta se decantaron por el nombre de Apodemia, que es una especie de mariposa «con mucho carácter emprendedor, porque viaja miles de kilómetros, desde Brasil hasta Canadá, a pesar de vivir solo unas semanas«, según ha explicado el consejero delegado de la firma.
La primera joya que creó Knobloch fue un tocado de pelo con forma de mariposa con retales de su madre, por lo que el nombre «es en honor a esa primera pieza«, ha destacado Landeta.
En sus inicios comenzaron vendiendo en tiendas multimarca, en ferias multinacionales de París y Londres, pero se dieron cuenta de que «el verdadero modelo de negocio está en vender el producto a los clientes» de manera directa.
Landeta ha señalado que es posible que abran alguna tienda fuera de España en los próximos tres años y se ha referido a los mercados donde mejor ha funcionado su página web, como Estados Unidos y el norte de Europa, aunque ha apuntado que «la expansión internacional es una posibilidad a medio plazo«.
Apodemia duplicó su facturación en 2017, hasta los 1,2 millones de euros, y este año se ha marcado como objetivo superar los 2 millones, además de lograr convertirse «en el futuro mayor retail de España«, ha concluido Landeta.