“Los proveedores empiezan a comprobar que las estrategias “win-win” con las tiendas son el futuro”.
Deoro Joyería, con 45 años de experiencia, estrena nueva tienda, ubicada en A Coruña, en el barrio residencial Matogrande. Un proyecto que estaba previsto que viera la luz antes de la pandemia y en una ubicación diferente a la de ahora pero que con razonamiento, calma e ilusión ya se ha hecho realidad. Hablamos con Borja Lagoa sobre esta nueva apertura en tiempos de pandemia… los mismos que con dedicación e ilusión también pueden aportar nuevas oportunidades.
Ya cuenta con dos joyerías ubicadas en A Coruña, y ahora, en tiempos de pandemia, acaba de inaugurar una nueva tienda, también en A Coruña. ¿Era algo que ya tenia previsto desde antes de la pandemia?
La verdad que sí. Era un proyecto previo a lo ocurrido en Marzo de 2020 que nos truncó los planes. Teníamos todo listo para arrancar motores en otra ubicación pero, tras lo ocurrido, decidimos hacer una parada en el camino y replantearnos punto por punto nuestras prioridades.
Nos cohesionamos mucho como equipo y creo que eso nos hizo crecer como empresa. Finalmente, la tarde de Reyes, tomando algo después de estar con nuestras familias, encontramos una nueva oportunidad y hemos salido a por todas. El pasado viernes 5 de febrero inauguramos la nueva tienda y, aunque hemos tenido los problemas lógicos generados por las restricciones actuales, la acogida ha sido muy buena por parte de los ciudadanos.
¿No se ha replanteado si este es un buen momento para abrir una nueva tienda?
Como a todos los demás ciudadanos, cada semana, sino cada día, la gestión de la pandemia nos lleva a replantearnos muchas cosas. Pero nuestro proyecto no es estacional ni tiene vocación de temporalidad, sino que es un proyecto sólido y a largo plazo. Queremos afianzarnos en la ciudad y ser un referente del sector a nivel local, y quién sabe lo que pueda venir después.
¿Cómo cree que van a ser los resultados de esta nueva apertura?
Bueno, a fecha de esta entrevista, no parece que la Xunta de Galicia tenga muy buenas noticias que darnos, por lo que los resultados inmediatos como la campaña de San Valentín es probable que se vean mermados. Pero, como te decía anteriormente, nuestra visión de negocio es todo lo contrario a cortoplacista. Aprovecharemos este tiempo para aprender, corregir errores, afianzar equipo, para imaginarnos nuevas fórmulas de comercio… en fin, intentaremos sacar el lado bueno de todo esto.
¿Cómo ve la situación a medio-largo plazo?
Está claro que la pandemia pasará factura. El sector en la ciudad está muy atomizado y a los cierres que ya ha habido, es probable que se sumen otros cuantos. A corto plazo no se puede ser optimista pero hay que funcionar y seguir adelante. Somos gente joven en nuestro equipo y todos tenemos ganas de seguir con nuestro proyecto, con calma.
¿Cómo le ha ido la otra tienda durante la pandemia? ¿Los clientes siguen animados en comprar joyería/relojería o ha notado alguna diferencia en su forma de consumir?
La famosa “nueva normalidad” nos sorprendió. A nivel interno, decidimos que igual que entramos juntos en la situación de ERTE, saldríamos todos juntos. Y el público nos apoyó desde el primer día. El verano funcionó, aunque se fue deshinchando a medida que pasaban los meses. Las restricciones sobre la hostelería y el mensaje de inquietud que arrojan nuestros políticos sobre cómo enfrentarse a la pandemia, nos obligaron a tomar medidas de ajuste en noviembre y, de nuevo, ahora en enero. A pesar de ello, las navidades han sido las mejores de nuestros registros.
¿Y cómo cree que debe actuar el sector para seguir adelante, qué está claro que es posible, en esta situación?
Sinceramente, creo que tanto este sector como todos los demás se ajustarán automáticamente. Donde haya excesos en la oferta, donde haya falta de innovación o costumbrismo, habrá cierres y reorganizaciones. Tenemos que entenderlo como algo natural, que debería dar paso a un sector quizá con menos actores, pero todos ellos de mayor calidad, con nuevas fuerzas y una actitud más positiva. Es muy probable en mi opinión que se llegue a “más con menos”. Los proveedores empiezan a comprobar que las estrategias “win-win” con las tiendas son el futuro, que el producto ha de rotar y que de esa velocidad depende el bienestar del sector en general. Los tiempos cambian y debemos cambiar con ellos, pero siempre sin perder nuestra esencia y nuestros valores. Eso es lo más importante.